El servicio de Neurología del hospital San Martín de Paraná recibió la visita de un experto en esclerosis múltiple, Edgardo Cristiano, quien afirmó que la enfermedad se diagnostica en personas de 20 a 30 años. Se trabaja en la accesibilidad de los pacientes al diagnóstico y tratamiento.

El Ministerio de Salud de Entre Ríos, a través del hospital San Martín de Paraná, organizó una jornada de capacitación para profesionales del servicio de Neurología del efector, con el objeto de actualizar conocimientos. En la ocasión, estuvo presente el director del Centro de Esclerosis Múltiple de Buenos Aires –que funciona en el hospital Italiano-, Edgardo Cristiano.

La esclerosis múltiple es una enfermedad crónica autoinmune que afecta el sistema nervioso central, es decir, al cerebro y a la médula causando lesiones. Empieza entre los 20 y 30 años, por lo que se considera como una patología de jóvenes. A lo largo de su evolución, en gran parte de los casos, suele ser muy discapacitante, por esto es sumamente importante diagnosticarla y tratarla a tiempo.

En este sentido, la jefa del servicio, Amelia Alves Pinheiro, destacó la posibilidad de contar con un experto en la temática para actualizar los conocimientos: “Realizamos este evento académico para discutir casos clínicos y abordar el problema en la vida de nuestros pacientes a la hora de resolver cuestiones que tienen que ver con tratamientos, rehabilitación y el acceso a la salud, para quienes tienen obra social y para los que no. Es importante contar con los nuevos avances y las estadísticas que nos trae el doctor Cristiano”.

Por su parte, Edgardo Cristiano, especialista en neurología reconocido por la Academia Argentina de Medicina, indicó: “Nos dedicamos desde hace más de 25 años a la atención de pacientes con esclerosis múltiple. Actualmente, en el Centro de Esclerosis Múltiple, asistimos a alrededor de mil pacientes, y somos un equipo multidisciplinario que trata de satisfacer todas las necesidades complejas de ellos”.

“Tenemos la costumbre de visitar a nuestros colegas del interior del país para discutir con ellos las novedades que se producen, de los nuevos tratamientos –afirmó el profesional-. Uno de los temas cruciales en este momento, es el acceso de los pacientes al diagnóstico, a la medicina, y a la rehabilitación. Tratamos de recabar información para promover y actuar sobre las autoridades y los financiadores de salud para que este mundo sea más justo para estas personas”.

Sobre la enfermedad y los tratamientos

En un estudio que realizó el equipo del hospital Italiano hace unos cuantos años, surgió que la prevalencia de la enfermedad era de 20 enfermos por cada 100 mil habitantes en Buenos Aires y Gran Buenos Aires. “Ese número se ha incrementado, por lo que pensamos que ahora tenemos entre 30 y 40 pacientes diagnosticados –remarcó Cristiano-. En otras provincias, los números son parecidos. Es decir, en el país, hay entre 6 y 12 mil personas con esclerosis múltiple”.

El aumento de casos no sólo se da en Argentina, sino en países desarrollados también. Esto parece estar ligado a factores de la vida moderna: cambios en las dietas, aumento en la ingesta de sal, tratamientos de hormonas, falta de luz solar, déficit de vitamina D, y consumo de tabaco. Además, la esclerosis múltiple tiene una importante carga genética, y es mucho más común en mujeres, siendo afectadas tres por cada varón.

Las lesiones se producen en diferentes partes de la médula y el cerebro, y de esto dependen los síntomas que se presenten. En general, suelen ser: ver doble o borroso de un ojo; debilidad o que se duerma alguna parte del cuerpo; dificultad en el equilibrio o para caminar. Estas señales son variables y generalmente aparecen en forma de brotes o recaídas, es decir, ataque que duran entre dos semanas y dos meses.

“Al principio de la enfermedad, esos síntomas aparecen y desaparecen –porque se presentan en brotes-, lo que hace que muchas veces el paciente no llegue a la consulta médica y, por lo tanto, el diagnóstico se retrase –explicó Cristiano-. Habitualmente, recurren a un cardiólogo, a un clínico o a un oftalmólogo, hasta que llegan a un neurólogo, después de dos o tres años porque muchas veces, la sintomatología es atribuida al estrés”, y agregó: “El problema es que todos los tratamientos que tenemos para esta enfermedad son mucho más efectivos y útiles cuando se los usa al principio”.

Cabe citar que no hay un test o estudio específico para llegar a la valoración, sino que se hace teniendo en cuenta los síntomas, el examen neurológico, y los resultados de la resonancia magnética que es la que muestra lesiones.

En cuanto a los medicamentos que se utilizan para tratar esta patología, el doctor advirtió: “En los últimos 20 años conocemos mucho más acerca de la enfermedad, es decir, una vez disparada, cuáles son los mecanismos que produce, el daño, cómo la enfermedad avanza y se propaga a nivel molecular. A partir de esto, han surgido muchos tratamientos novedosos, hay cerca de 14 actualmente”.

“Todos se usan dependiendo del momento de la enfermedad del paciente y de la gravedad de sus síntomas –manifestó Cristiano-. También hemos aprendido que es sumamente importante hacer medicina personalizada: dar a los pacientes los medicamentos adecuados en el momento más importante de la enfermedad, saber cuándo cambiarlos y cuándo retirarlos”, afirmó.

En cuanto a la accesibilidad, el médico especialista, finalizó diciendo: “La medicación es cara, y no todos los pacientes tienen el acceso al tratamiento que necesitan, con respecto a la rehabilitación, las terapias psicológicas, y los elementos como sillas de ruedas que precisan”.