>> El mutualismo es un sistema solidario fundado en la asociación de personas que comparten objetivos de ayuda recíproca, se concreta en la asociación mutual cuyo fin principal es atender las necesidades inmediatas del hombre y su familia.
La Ley Orgánica de Mutualidades Nº 20.321 expresa en su Art. 2º: «Son Asociaciones Mutuales las constituidas libremente sin fines de lucro por personas inspiradas en la solidaridad, con el objeto de brindarse ayuda recíproca frente a riesgos eventuales o de concurrir a su bienestar material y espiritual, mediante una contribución periódica».
La respuesta natural que los hombres y mujeres encuentran ante los diversos desafíos y necesidades es la ayuda mutua. Así, desde tiempos remotos, la colaboración ha sido una constante en la historia humana. De la práctica de unirse y ayudarse entre iguales para hacer frente a los problemas comunes, surge el mutualismo.
Tienen gran importancia en el campo de la Salud, los Servicios Sociales, así como también constituyen una red de apoyo económico para las pequeñas y medianas empresas. En este sentido, concurre también a equilibrar las desigualdades provocadas por el sistema económico del libre mercado.
Las mutuales son “empresas sociales”, con alrededor de 5 millones de asociados. Constituyen uno de los pilares de la Economía Social. Están en condiciones de competir con las empresas privadas en cuanto a eficiencia y seriedad, así como también son capaces de proporcionar servicios donde el Capital considera poco rentable hacerlo.
Las Mutuales son entidades sin fines de lucro, prestadoras de servicios, sostenidas por el aporte de sus asociados, actuando con seriedad y eficiencia de empresas, donde un grupo de personas asociadas libremente, bajo una forma legal específica, se reúne para solucionar problemas comunes, teniendo por guía la solidaridad y por finalidad contribuir al logro del bienestar material y espiritual de sus miembros.
Para su divulgación y reflexión a continuación proporcionamos el siguiente texto, extraído de: Castelli Blas José. (1993; pp. 44 a 48) “La Asociación Mutual. Fines, Organización y Normativa”.
1.- Adhesión Voluntaria: El mutualismo es un sistema de “puertas abiertas”, significa que el ingreso a las mutuales y la salida de ellas se practican sin más restricciones que las determinadas por el objeto de la asociación y la conducta de los asociados. La práctica del mutualismo refuerza la libertad individual, y no puede condicionarse ni ser obligatoria.
2.- Organización Democrática: La igualdad se concreta con el uso de los servicios sociales y en la participación con un voto, ya se trate de miembros fundadores o directivos de la mutual. Ningún asociado podrá gozar de ventajas ni privilegios. La consideración del balance, la memoria, el informe de los fiscalizadores, la elección de autoridades, la concertación de compromisos contractuales, entre tantos otros, son actos sujetos al análisis, decisión y responsabilidad de todos en asambleas que se convocan y realizan dentro del marco legal y democrático. Lo expuesto importa colocar el gobierno y la administración de las mutuales en manos de sus asociados por igual.
3.- Neutralidad Institucional, Política, Religiosa, Ideológica, Racial y Gremial: Concurre a consolidar el principio de adhesión libre, pues evita que motivos políticos, religiosos, ideológicos, raciales o gremiales puedan aislar o dividir a las asociaciones, apartándolas de sus propósitos. Los asociados en auténtica unidad y hermandad, deben ser capaces de valorar con equidad y razonabilidad las opiniones ajenas y estar siempre dispuestos a actuar con lealtad y a preservar la armonía en la institución, ya que ésta representa, sin excepciones, a todos sus integrantes. El mutualismo no se identifica con ninguna ideología política partidaria, ni ningún país.
4.- Contribución acorde con los servicios a recibir: La contribución dineraria promueve más y mejores servicios. La beneficencia, como método, está divorciada del mutualismo. El aporte periódico que los asociados realizan para obtener los servicios de la institución representa también el esfuerzo personal y solidario que se les reclama.
5.- Capitalización social de los excedentes: Las mutuales se constituyen para simplificar el proceso económico e introducir en él un principio de justicia, como factor dinámico y eficiente para reducir costos y llegar al precio justo. Sin embargo, los cálculos de costo y prestación de los servicios pueden arrojar excedentes en el ejercicio anual. Tales excedentes no son ganancias, por tanto, no han de distribuirse; quedan en la institución, reforzando el capital o engrosando cualquier tipo de reservas. Engrosar el capital social significa reconocer a éste el papel de auxiliar de la mutual por lo cual podrá emplearse en ampliar o mejorar las prestaciones de los asociados.
6.- Educación y Capacitación social y mutual: Para desarrollar su alta función social, las mutuales están obligadas a promover la educación y la capacitación de sus asociados y, cuando les es posible, proyectarse con el mismo sentido a la comunidad. Todo cuanto se realice en materia de educación genera bases sólidas para el avance y la consolidación del sistema. La experiencia lo instruye y educa. La formación social y mutual la adquiere participando en la vida de la institución, y esto también lo capacita. El fomento de la enseñanza, que representa, a nuestro juicio, uno de lo objetivos básicos del mutualismo, pone de manifiesto la importancia que se asigna a la capacitación de los asociados para interpretar y desarrollar en el plano social y dentro de la comunidad los propósitos trascendentes de este sistema solidario.
7.- Integración para el Desarrollo: La práctica integracionista es fundamental para el buen desarrollo del sistema. Las mutuales que no se integran con sus similares ni se asocian a instituciones de segundo grado no cumplen con la finalidad de proyectar el sistema. A nivel de asociados, los actos tienen relevancia cuando se practican solidariamente. A nivel asociación, esta solidaridad se llama integración. Bastarían estos conceptos para entender que en el mutualismo está implícito el programa de adhesión entre mutuales para que se intercambien experiencias, se presten recíprocamente servicios, se formulen planes de capacitación y se realicen permanentemente en ellas actividades de avance institucional.
BANDERA
Atento a las características singulares del mutualismo, es necesario diferenciar la bandera de los siete colores con el agregado del emblema mutual. Siendo el color blanco el único faltante en la bandera que actualmente utiliza, entiéndese que procede incluir el citado color y, dentro del mismo sobre el triángulo blanco un círculo de color celeste con el emblema que simbolice la familia, por ser ésta la célula de nuestra sociedad y componente fundamental de nuestro sistema de vida.
EMBLEMA o LOGOTIPO
La letra M, que se utiliza por ser la primera palabra mutual servirá como fantasía principal para representar a la familia. La primera columna de la letra M representará al padre. La segunda a la madre, y la columna interior al hijo. Tal el símbolo del emblema.
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