Estudiantes de las carreras del campo de la Salud de las Universidades Nacionales de Entre Ríos (UNER) y del Litoral (UNL) de Santa Fe comenzaron sus prácticas en centros de atención primaria y hospitales de la provincia. Estas son realizadas en el lugar en que reside el alumno durante la pandemia.

Desde el inicio de la pandemia y en función del incremento de casos de Coronavirus en Entre Ríos, las prácticas finales de los estudiantes de las carreras relacionadas a las Ciencias de la Salud se vieron resentidas, por lo cual debieron postergarse. No obstante, el Ministerio de Salud de la provincia continuó trabajando con la Universidad Nacional de Entre Ríos (UNER) y la Universidad Nacional del Litoral (UNL) a fin de analizar la situación y posibilitar dichas prácticas en este contexto de emergencia sanitaria.

En este sentido, a través de la Resolución 3784, la cartera sanitaria autorizó las prácticas finales obligatorias promovidas por UNER y UNL. Esta normativa establece que deben realizarse bajo estricto protocolo y modalidad de voluntariado de la salud (por lo cual el estudiante puede optar por hacerlas o no) en pos de la correcta formación de recursos humanos. De este modo, en el mes de octubre, 156 estudiantes entrerrianos (101 por UNER y 55 por UNL) comenzaron sus instancias de formación en diferentes establecimientos sanitarios de la provincia.

Dicha resolución alcanza a los estudiantes de las carreras de Medicina, Licenciatura en Kinesiología y Fisiatría, Licenciatura en Enfermería, Instrumentación Quirúrgica, y Licenciatura en Obstetricia de la Facultad de Ciencias de la Salud de la UNER; y a los alumnos de Medicina y de la Licenciatura en Obstetricia pertenecientes a la Facultad de Ciencias Médicas de la UNL.

Con este marco, se acordó que los estudiantes realicen sus prácticas en la localidad en la que residen durante la pandemia con el propósito de evitar el aumento en la circulación de personas.

Para ello, la articulación entre Salud y las universidades fue de vital importancia ya que los decanos y coordinadores de carreras de las facultades proporcionaron los listados de alumnos, y luego desde las direcciones generales de Segundo y Tercer Nivel; de Primer Nivel de Atención y la Dirección de Ciencia y Tecnología se trabajó en la designación de centros de salud y hospitales, en los cuales se garantizara una práctica significativa para cada estudiante. Al mismo tiempo fue necesario revisar que en cada institución sanitaria hubiera un referente o tutor que pueda formar y acompañar ese proceso de aprendizaje conforme al modelo de atención que el Ministerio promueve.

En esta articulación interinstitucional también intervinieron los Comités de Docencia de los hospitales y los directores de los centros de salud a fin de coordinar las prácticas. En cuanto al tiempo de desarrollo de éstas, se prevé que la primera etapa sea hasta enero, para luego analizar cómo resultó ese trayecto y evaluar su continuidad conforme a la situación epidemiológica en la provincia.

Respecto a las actividades a llevar a cabo por los estudiantes de las diferentes carreras, los Consejos Directivos de cada Facultad elaboraron sus propias resoluciones en las que se detallan los protocolos con las medidas de bioseguridad a respetar y las labores a las que deberán integrarse. A propósito de estas últimas, la rotación no sólo comprende centros de atención primaria y hospitales, sino también en la Dirección de Epidemiología en el seguimiento telefónico y de vigilancia epidemiológica de casos positivos de Covid-19 y contactos estrechos.

Cabe señalar que anteriormente a que el Ministerio de Salud tomara la rectoría de las prácticas, la modalidad en que se desarrollaban era diferente porque quienes estaban en condiciones de realizarlas se acercaban directamente al efector y de ese modo se coordinaba la instancia de formación. Finalmente, este año se logró ordenar la articulación entre las universidades y Salud, por lo que todas las prácticas se efectúan a través de convenio ministerial.