12 de mayo: Día Internacional de la Enfermería

Los enfermeros y enfermeras celebran cada 12 de mayo su día internacional. Una profesión que puede ser definida como el arte de cuidar a quienes enferman pero que implica además la tarea de ayudar a prevenir y educar en salud . En Entre Ríos, en el ámbito de la salud pública trabajan unos 3.600 profesionales de la Enfermería. Mari Zalazar, desarrolla tareas desde hace treinta años en un centro salud y asegura «es muy gratificante ayudar a quien lo necesita, das mucho pero recibís más»

 

 

Sobre la recordación de éste día, Jorge Banchero, director del Departamento de Enfermería del Ministerio de Salud, recordó que la fecha le rinde homenaje a Florence Nightingale, precursora de la enfermería moderna. “La enfermería es considerada hoy una disciplina porque ha dejado de ser, como en sus comienzos, una ocupación. Tiene sus fundamentos científicos, puede a través de su propia práctica comprobar lo que plantea como método científico y es una disciplina dedicada al cuidado. Cuidar significa estar pendiente del otro en una condición de salud o enfermedad”, definió Banchero. Y agregó que, en la última década, la provincia “duplicó el número de enfermeros que dependen del Ministerio de Salud, lo que es altamente positivo para cubrir la demanda que ha crecido en los hospitales y centros de salud de todo el territorio”.

 

Tres décadas cuidando a los demás: Mari Zalazar

“La enfermería es dar amor al prójimo: no se termina en tomar los signos vitales o en aplicar una inyección”, afirma Mari Salazar con conocimiento de causa y mucha pasión . Y no duda en decir que su trabajo de enfermera es hermoso y gratificante.

Treinta años trabajados en el Centro Regional de Referencia Dr. Arturo Oñativia de Paraná le dan la palabra. “Tendría que jubilarme, pero me encanta trabajar y no quiero: creo que puedo seguir trabajando”, afirma la mujer que ingresó como personal de servicio y siguió estudiando hasta convertirse en enfermera.

Mari está atada afectivamente al Oñativia. Su mamá trabajó 30 años allí hasta que se jubiló. Ella entró en su lugar y afirma sin dudarlo: “Empezar a trabajar como personal de servicio fue un honor para mí”. Entonces, Mari se decidió a estudiar. Fue a la Cruz Roja primero, hizo la educación secundaria y la facultad. Hace 7 años que terminó la carrera de enfermería profesional.

“Mi fuerte es la vacunación, me apasiona. Las mamás y papás me confían a sus hijos y yo entrego el amor que tengo , porque siento que nací para hacer esto, y lo disfruto mucho. Me encanta, me apasiona el trabajo, soy feliz. Por eso no quiero irme porque siento que aún puedo dar más”, afirma Mari.

Esta enfermera universitaria realizó en 2012 un curso a nivel nacional donde obtuvo un diploma de vacunación.

Mari no se cansa de decir que entre la gente y los niños que acuden al Oñativia y ella hay “un amor mutuo”. Y dice: “Ellos me entregan sus problemas, sus hijos, los abuelitos y yo les doy mi amor. Me siento feliz de poder servir de esa forma. La enfermería no termina en poner una inyección o en tomar la presión, continúa en el amor que le das al prójimo, porque todos vienen con algún problema. Si les brindamos ese amor, nuestra vida está completa”.

Mari es una apasionada de la vida. Le gusta estudiar, ayudar a los demás. No duda en afirmar que cuando tenga que dejar su trabajo, estudiará Psicología Social. “Mi materia pendiente es, en lo posible, tratar seguir ayudando, hay muchos que lo necesitan. Porque trabajar me ayuda en este tiempo que estoy sola, desde que mi marido falleció. Siento que la gente es mi cable a tierra también”, reconoce.

“La carrera de Enfermería no termina con tomar los signos vitales o inyectar algo, es mucho más que eso». Y agrega que a las personas que van a un centro de salud hay que tenerles paciencia y tratarlas con amor. A manera de mensaje, con una humildad de trabajo y compromiso, Mari enseña con el corazón: “Tenemos que saber respetarnos entre compañeras. Es algo tan lindo preguntar cuando no sabemos… En las guardias tengo la humildad de preguntar cuando no sé. Es preferible preguntar y no equivocarse. Trabajamos con personas, no con papeles que se pueden romper. Debemos valorar el sentido del amor hacia la persona. Ellos vienen a buscar atención y uno puede y debe dárselas como se merecen”.

Mari Salazar da amor y lo recibe. “Siento y veo que si no se hace la carrera de Enfermería con amor, no sirve”, afirma quien les explica a los papás y mamás que el mejor regalo que le pueden hacer a un hijo es vacunarlo para protegerlo.