La gastroenteritis es una enfermedad muy frecuente en pediatría, aunque también puede presentarse en adultos. Se trata de una patología contagiosa que se contrae cuando ciertos microorganismos ingresan por vía oral y llegan al intestino. Esto se da a través de la ingesta de agua o alimentos contaminados, del lavado inadecuado de manos, o por el contacto con personas enfermas.
La gastroenteritis puede ser causada por diferentes agentes infecciosos como virus, bacterias o parásitos. En verano, prevalecen las infecciones por bacterias.
Esta enfermedad se presenta tanto en niños como en adultos con vómitos y diarrea, aunque el cuadro clínico puede acompañarse con fiebre, dolor abdominal, disminución del apetito y signos de deshidratación. En el caso de la población pediátrica, los padres pueden darse cuenta del cuadro clínico porque el chico presenta sed, boca seca y disminución de la emisión de orina.
La prevención se basa en medidas de higiene y cuidado como lavado de manos antes y después de usar el sanitario, cocción y lavado adecuado de alimentos, consumo de agua potable, no cortar con el mismo cuchillo la carne y las verduras, no bañar a los chicos en aguas contaminadas, conservar alimentos en la heladera y no tomar medicamentos sin indicación médica. Además, la lactancia materna en niños previene la diarrea.
El tratamiento médico se basa en medidas de hidratación oral, con la administración de líquidos y la indicación de una dieta adecuada.
Cabe mencionar que, atento a que el Covid-19 también puede provocar síntomas como vómitos y diarrea, se recomienda a la población que, de estar acompañados estos signos por dificultad respiratoria, fiebre mayor a 37.5°, tos, dolor de garganta, congestión nasal, dolor de cabeza, pérdida de gusto y olfato, y/o dolor muscular, consultar a una Guardia respiratoria.