Prevención de la salud

La provincia, a través del Ministerio de Salud, recomienda descacharrizar los patios y evitar el cúmulo de agua estancada en floreros para evitar la proliferación del Aedes aegypti, vector de tres enfermedades transmitidas por mosquitos: dengue, chikungunya y zika. A su vez sugiere el uso de repelentes y, ante cualquier síntoma, consultar de manera inmediata a los equipos de salud que trabajan en hospitales o centros de salud del barrio.

Sin agua estancada en las casas, en el interior o a la intemperie, no hay mosquito. Y sin Aedes aegypti, no hay dengue. El mensaje es claro y compromete a la población a tomar medidas de higiene responsables para la familia y la comunidad.

Ante las lluvias e inundaciones, más la circulación de personas en la temporada estival, la cartera sanitaria está abocada a reforzar las pautas de prevención con el propósito de evitar la circulación de dengue, zika y chikungunya en el territorio provincial.

En este sentido, el ministro de Salud, Ariel de la Rosa, destacó la importancia de que la comunidad se comprometa a colaborar en detener la reproducción del vector, más el uso habitual de repelentes, mosquiteros y tules en las cunas de niños pequeños. “La primera etapa de abordaje de las enfermedades transmitidas por mosquitos hizo hincapié en la prevención y ahora el énfasis está en la intervención casa por casa para erradicar al mosquito. Sin Aedes aegypti no hay dengue”, enfatizó De la Rosa.

Por otra parte, el titular de la cartera sanitaria recordó que en Entre Ríos, ante casos sospechosos, se aplica el protocolo nacional de actuación, a los efectos de controlar la circulación del virus en caso de confirmarse.

Las personas que presentan síntomas febriles son aisladas para evitar picaduras de mosquitos. Y cada caso sospechoso es notificado, de manera obligatoria e inmediata, a las autoridades sanitarias para concretar los bloqueos sanitarios correspondientes vinculados a la fumigación preventiva en los lugares donde circuló la persona.

 

Recomendaciones

Otra pauta de cuidado es evitar picaduras de mosquitos utilizando repelente. Debe aplicarse al menos cada tres horas sobre la ropa y en los lugares donde la piel está descubierta. Es preferible usar ropas con mangas y pantalones largos.

Entre los síntomas a tener en cuenta para la consulta inmediata al médico se encuentran: fiebre alta (38º o más); dolor de cabeza (especialmente detrás de los ojos); náuseas y vómitos; cansancio intenso; sangrado de nariz y encías; erupciones o manchas en la piel; dolores musculares y de articulaciones.

 

La detección temprana del caso permitirá un tratamiento sin complicaciones e impedir la proliferación del virus. La persona portadora del virus, una vez diagnosticada, debe seguir las indicaciones médicas, hidratarse, guardar reposo y usar repelente para que los mosquitos Aedes aegypti no la piquen y propaguen la enfermedad.

Puntualmente para el virus zika, el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) aconseja a las mujeres en edad reproductiva y especialmente embarazadas que consideren el riesgo de viajar a los países con circulación de este virus -Brasil, Colombia, El Salvador, Guatemala, Guayana Francesa, Haití, Honduras, Martinica, México, Panamá, Paraguay, Puerto Rico, Surinam y Venezuela-, porque se asocia al riesgo de malformaciones congénitas en los fetos si la madre contrae la infección durante el primer o segundo trimestre de gestación.

Mantener controlado el mosquito

Es de vital importancia mantener limpios y libres de agua los lugares donde pueda desarrollarse el mosquito Aedes aegypti, que habita en áreas próximas a las viviendas y que deposita los huevos en agua limpia, quieta y en lugares a la sombra.

Se deben adoptar medidas simples para evitar la proliferación del vector, como cambiar frecuentemente el agua de floreros y bebederos de mascotas, no arrojar recipientes o basura que puedan acumular agua en patios, terrazas, balcones, calles y baldíos; mantener los jardines desmalezados, destapar los desagües de lluvia de los techos y mantener las piletas de natación, limpias y tratadas con cloro. Vaciar además botellas, latas, cubiertas, platos de macetas, plásticos o lonas, y dar vuelta o tapar recipientes como baldes, palanganas y tambores y cualquier lugar que acumule agua limpia.